No sé si es bueno o si es malo.
Me pregunto quién lo habrá inventado.
Es difícil no sentirlo.
Es difícil no notarlo.
¿Será que es bueno amar?
¿Acaso no he pensado
antes de hacer lo que hice?
¿Acaso no me avisaron
de que era una decisión difícil?
No pensé en las consecuencias.
No sabía que este sentimiento
podía ser tan intenso.
-
Me fui, sin más.
Solo entonces descubrí
el verdadero dolor.
Como si se hubiera muerto,
pero no se ha muerto.
Pasan los días...
Me aprieta el pecho.
Me encoge el corazón,
como si alguien hubiera puesto
una piedra allí
especialmente para aplastarlo,
sin piedad.
-
Llega la noche.
¡Recuerdos!
¡Lágrimas!
Son incontrolables.
Bajan silenciosas.
Los sollozos se ahogan en la garganta,
desesperados por salir.
La Soledad me acompaña,
disfrutando de mi compañía.
Llega el frío y me envuelve
como una manta.
Llega el sueño y cierra
mis cansados ojos.
-
Otro día, otra sonrisa.
Todos perciben mi alegría,
pero nadie nota mi tristeza.
La piedra me sigue aplastando
como si se estuviera vengando
por mi errónea decisión.
No puedo más.
-
Muchas veces pensé en desistir,
pero hay algo que
me impulsa para seguir adelante.
Me gusta amar, me hace feliz.
Pero...
La nostalgia es horrible.
Danyelle Ribeiro Pimentel (4º ESO A)
Es un poema muy profundo y lleno de sentimiento. Enhorabuena.