Añoranza

Imagen_212

No sé si es bueno o si es malo.

Me pregunto quién lo habrá inventado.

Es difícil no sentirlo.

Es difícil no notarlo.

¿Será que es bueno amar?

¿Acaso no he pensado

antes de hacer lo que hice?

¿Acaso no me avisaron

de que era una decisión difícil?

No pensé en las consecuencias.

No sabía que este sentimiento

podía ser tan intenso.

-

Me fui, sin más.

Solo entonces descubrí

el verdadero dolor.

Como si se hubiera muerto,

pero no se ha muerto.

Pasan los días...

Me aprieta el pecho.

Me encoge el corazón,

como si alguien hubiera puesto

una piedra allí

especialmente para aplastarlo,

sin piedad.

-

Llega la noche.

¡Recuerdos!

¡Lágrimas!

Son incontrolables.

Bajan silenciosas.

Los sollozos se ahogan en la garganta, 

desesperados por salir.

La Soledad me acompaña,

disfrutando de mi compañía.

Llega el frío y me envuelve 

como una manta.

Llega el sueño y cierra

mis cansados ojos.

-

Otro día, otra sonrisa.

Todos perciben mi alegría,

pero nadie nota mi tristeza.

La piedra me sigue aplastando

como si se estuviera vengando 

por mi errónea decisión.

No puedo más.

-

Muchas veces pensé en desistir,

pero hay algo que 

me impulsa para seguir adelante.

Me gusta amar, me hace feliz.

Pero...

La nostalgia es horrible.

Danyelle Ribeiro Pimentel (4º ESO A)

También te podría gustar...

1 respuesta

  1. Deguchi dice:

    Es un poema muy profundo y lleno de sentimiento. Enhorabuena.

Responder a Deguchi Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *