Entrevista con Mariola, flamante adjudicataria de la Cafetería

José Fernando Pablos Navazo, director interino de Cosas del Senara

Mariola, al frente de la cafetería que dirigirá los próximos cuatro años.
FOTO: JF Pablos

El día 2 de julio supimos que la cafetería del IES Senara había sido concedida a Mariola Mesonero Barbero para los próximos cuatro cursos escolares. Por ese motivo nos hemos desplazado a Babilafuente para hacer una entrevista a la persona que ha atendido la cafetería los últimos cinco años, y que dirigirá la Cafetería los siguientes cuatro.

Pregunta: Mariola, estarás contenta, ¿no?

Respuesta: Hombre, contenta no, estoy muy contenta.

P. Explícanos cómo ha sido todo.

R. Puesto que Jonatan lo dejaba -su hijo, el anterior adjudicatario-, yo quería una nueva concesión. Solicité la cafetería y, aunque inicialmente se la adjudicaron a otra persona, esta la rechazó y… bienvenido sea el rechazo, porque me lo adjudicaron a mí.

P. Para cuatro años entonces.

R. Exactamente.

Mariola, delante de las fotografías premiadas en el Concurso de Fotografía Matemática. FOTO: JF Pablos

P. ¿Qué novedades vamos a encontrar en la cafetería estos próximos cuatro años?

R. De momento no lo he pensado todavía, pero voy a tener más tiempo de hacer más cosas, porque solo me voy a dedicar a la cafetería.

P. Al menos danos un avance.

R. Más postres caseros y alguna cosa más.

P. Después de los cinco años, ¿te has encontrado lo que esperabas o ha habido alguna sorpresa, agradable o desagradable?

R. Estos cinco años he estado muy contenta -remarca Mariola el muy-. Yo creo que ha sido de los trabajos en que más a gusto he estado. Si no me lo hubieran adjudicado, me habría llevado un disgusto.

P. ¿A gusto desde el punto de vista personal o desde el punto de vista laboral?

R. Desde la satisfacción del trabajo en primer lugar y por los compañeros, como llamo a los profesores, y por los niños a continuación.

Junto a los profesores, en la graduación de los alumnos de 2º de Bachillerato del curso 2015/2016. FOTO: JF Pablos

P. Con respecto a los niños, ¿en qué medida crees que la cafetería les brinda una ayuda, tanto desde el punto de vista alimentario, como desde otros puntos de vista que tú conoces más de cerca?

R. Hay niños que no llevan ni una triste galleta. Para ellos la cafetería es como una salvación, porque, si tienen hambre, van enseguida y, como yo les fío muchas veces, para ellos es un alivio. Y hay niños que van sin desayunar.

P. Incluso a veces se lo das sin fiar, ¿no es así?

R. Pero eso se queda de puertas para adentro -responde Mariola con modestia-. Ver a un niño sin comer, eso no puede ser.

P. ¿Exige una discreción especial el trabajo en una cafetería de instituto?

R. Yo creo que no. Lo que se oye en la cafetería se queda en la cafetería, tanto de profesores como de alumnos. La discreción es lo primero.

P. No vamos a preguntar por el grado de beneficio que reporta una cafetería, para que no lo soliciten otras personas, pero en tu opinión, ¿son muchos los gastos que conlleva?

R. Sí. Tienes que pagar como autónomo, la luz, los módulos, el IVA, la empresa del veterinario…

P. Ya que eres tú quien menciona al veterinario, ¿cuántas visitas hemos tenido de él durante estos cinco años?

R. Por lo menos seis.

P. ¿Sabes cuántas visitas hizo desde que se creó el instituto hasta la adjudicación a Jonatan?

R. Ninguna.

P. ¿Y a qué crees que se debió?

R. Si no estás dado de alta en Sanidad no vienen. Es su trabajo, no me importa que me inspeccionen, pero deberían hacérselo a todo el mundo. No tengo ningún problema, porque en la cocina puede entrar todo el mundo.

P. No deja de ser una garantía para el centro que cada vez que haya venido el veterinario no hayamos tenido ningún apercibimiento.

R. Así es. La última vez que vino comunicó a la dirección del centro que todo estaba impecable.

P. Cambiando de tercio, ¿cómo definirías a los alumnos del instituto?

R. Yo creo que son buena gente, son buenos chicos, aunque siempre hay alguien que da guerra, no son problemáticos. Cuando Jonatan entró en el instituto había muchos alumnos problemáticos, pero ahora no.

P. Y el instituto, ¿cómo lo definirías?

R. Como un instituto familiar. Cuando hay un problema, ese problema se aborda enseguida para que no vaya a más.

El ambiente de la cafetería es un factor importante que contribuye al buen ambiente de un centro escolar. FOTO: JF Pablos

P. Desde esa visión panorámica que te ofrece la cafetería, ¿consideras privilegiada la posición que te brinda esa atalaya?

R. Sí, porque me permite ver los problemas que surgen, conocer a los alumnos, etc.

P. Sería una de las cuatro torres de vigía: orientadora, jefe de estudios, conserjes y cafetería.

R. Sí, alguna vez he comentado con la orientadora alguna cosa que he observado y ha podido solucionarse. Por eso me considero una privilegiada por haberme adjudicado la cafetería y poder ayudar a algún chaval.

P. Volviendo al tema de la alimentación, ¿qué productos más saludables ofrece la cafetería?

R. La fruta, los bocadillos caseros que no son precocinados, las pizzas que yo hago, los pinchos caseros, los sándwiches vegetales. Intentaré introducir más alimentos saludables.

P. Cuando se te ha pedido que ofrezcas una comida o una despedida, la cafetería siempre ha estado dispuesta. ¿Eso supone más trabajo y poco beneficio o ahí no se mira tanto?

R: Yo no lo miro, porque a mí me encanta. La cocina me gusta y estoy dispuesta a hacer cualquier cosa. Entonces no tengo ningún problema.

La última despedida de profesores que dejaron el IES Senara: Valentina, por jubilación, y Fran, por traslado. Luis es un pesado: ni se jubila ni se separa de donde hay convite. Y Clara vino a despedir a sus compañeros. FOTO: JF Pablos

P. Porque en el instituto ya no se conciben las despedidas sin pasar por Mariola’s.

R. Yo creo que no. Ya no se traen las cosas de fuera. Estoy muy contenta, porque depositáis en mí una confianza que se percibe.

…y te lo querías perder. FOTO: JF Pablos

P. ¿Cuántas quejas has tenido en este tiempo respecto a productos caducados o alimentos en mal estado?

R. Ninguna. Preferiría tirar a la basura los alimentos, si alguna vez estuvieran en mal estado. La salud de las personas está por encima de todo.

P. Hiciste un viaje a Londres con los alumnos en 2016, organizado por el Dpto. de Inglés. Esa experiencia viene a demostrar que Cafetería es casi un departamento más.

R. Exactamente. Aunque estés en la cafetería, aportas un grano de arena. Me gustaría agradecer personalmente a Rosa la oportunidad que me dio de ir a Londres.

P. ¿El recuerdo más especial de ese viaje?

R. Las Casas del Parlamento por dentro.

P. Pese a que la comida deja mucho que desear.

R. Sí, la comprábamos en un supermercado, porque la comida inglesa como que no.

P. ¿Mejoraste tu inglés?

R. Eso sí que no. Cero patatero -responde entre risas-.

El grupo de alumnos delante de Tower Bridge, Londres. FOTO: R Varas

P. Y entre las actividades complementarias del centro deberíamos incluir los viernes interdepartamentales -muchos profesores tienen libre la 4ª hora del viernes y se reúnen en la cafetería-.

R. Hombre, claro. Eso que no falte: es un relax. Bienvenida sea la reunión del grupo mixto.

Tres de los parroquianos habituales de Mariola’s: Juan, Mánuel y Manuel. FOTO: JF Pablos

P. Quieres añadir algo más.

R. Quiero agradecer el trato recibido por los alumnos y por los profesores, así como la confianza depositada en mí y haré los esfuerzos para no defraudarlos. Este es el trabajo que me ha hecho más feliz.

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