Excursión a la Villa Romana de Almenara y al Museo de Valladolid

INÉS DO CARMO CORREIA CAROLO y HUGO GONZÁLEZ GONZÁLEZ. Cultura Clásica 4.º ESO A

El 14 de noviembre los alumnos de Cultura Clásica y de Latín de 4.º de ESO y de Latín de 1.º de Bachillerato visitamos la Villa Romana de Almenara-Puras y el Museo de Valladolid. Aunque llovió un poco e hizo frío, nos lo pasamos genial y aprendimos mucho.

Villa Romana de Almenara-Puras

El Museo de las Villas Romanas de Almenara es un conjunto museístico formado por dos edificios. El primero son los restos recuperados de una mansión o palacio de una familia adinerada; en ella se encuentran las termas, patios interiores y pueden diferenciarse dos zonas, una para las personas que trabajaban allí, con cocina, despensa y habitaciones con suelo de mortero, y otra para la familia, con comedor, salones, habitaciones pavimentadas con mosaico, etc.

No muy lejos de esta villa estaba el río Adaja, de donde podían sacar agua o utilizarla para las tierras de cultivo o alimentar el ganado. En esta casa señorial se encuentra uno de los mosaicos más importantes, el del baño de Pegaso, en el salón desde donde el señor contemplaba sentado toda su casa. En él se ve a Pegaso bañado por dos ninfas, mientras golpea el suelo con una pata delantera de donde brota la fuente Hipocrene, a la que se ve en la parte superior junto al monte Helicón.

El otro edificio es una maqueta a gran escala de lo que sería una villa romana de los siglos III-IV d. C. Una villa era una explotación agropecuaria autosuficiente, rodeada de parcelas, para os cultivos y para que el ganado paste, que suele ubicarse cerca de una fuente de agua, un bosque del que obtener madera y caza y que esté bien comunicada mediante una calzada.

Museo de Valladolid

El Museo Arqueológico de Valladolid fue creado en 1879 y se divide en Arqueología y Bellas Artes. Visitamos la sección de arqueología prerromana y romana. La primera sala albergaba objetos vacceos: cerámicas, herramientas de hierro, espadas, brazaletes y monedas.

En la segunda sala vimos una estatua que había perdido su policromía de la diosa Isis. En la siguiente la cerámica sigillata o sellada, con pastas más claras o más oscuras, según su procedencia. Aprendimos que esta cerámica de lujo acabó perdiendo su valor cuando el estilo de vida pasó de urbano a rural, puesto que en las villas fabricaban sus propios utensilios. En una maqueta se explicaba el método de trabajo de los arqueólogos. Junto a ella un gran mosaico procedente de la Villa de Prado (Valladolid). En la última sala que visitamos volvimos a ver la maqueta de la Villa Romana de Almenara-Puras y otro mosaico con la personificación de las cuatro estaciones. Aprendimos el modo de construcción de un mosaico romano: no existían dos mosaicos iguales, puesto que se diseñaban adaptados al suelo de la estancia que iban a cubrir.

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