Greta Thunberg: activismo climático o negocio

ROBERTO SANTIAGO BARRIOS. 2º de Bachillerato HCS.

Con motivo de la Cumbre Climática celebrada en Madrid este mes de diciembre, la asistencia de una figura ha resonado por encima de muchas más. Puede que algunos al leer esto estén pensando en algún jefe de estado o de gobierno o algún alto cargo gubernamental, pero no, la asistencia más esperada a la cumbre ha sido la de la activista climática Greta Thunberg. Esta joven sueca, procedente de una familia de artistas dedicados al mundo del espectáculo, desde hace algunos meses está de actualidad por sus palabras en la sede de Naciones Unidas, desde donde abroncó a los líderes mundiales por su inacción contra el cambio climático.

Parapetada tras su atril y blandiendo un micrófono, Greta comenzó su proceso de audiencias públicas para concienciarnos y sensibilizarnos ante nuestra actitud totalmente egoísta sobre el deterioro del planeta. Reflejada ante un mar de cámaras, Greta nos demostró que ella era el claro ejemplo de persona normal y corriente que había decidido rebelarse contra una sociedad totalmente contaminante para luchar por el planeta sin esperar nada a cambio.

Al observar el revuelo causado por su llegada a la cumbre, tras un azaroso viaje por el Océano Atlántico, realizado en el velero de un matrimonio millonario australiano, Greta ha conseguido convencernos, por lo menos a mí, de que esa no es la manera de luchar contra el cambio climático.

¿Qué beneficio produce para el medio ambiente el hecho de que, para evitar tomar un avión, usado como medio de transporte para personas dedicadas a actividades laborales, se cruce el Atlántico en un velero?

Yo mismo lo contestaré: ninguno. El problema no son las emisiones de los aviones en los que viajan hacinados turistas y trabajadores, sino la hipocresía que rodea la figura de esta joven activista.

De qué sirve que ella no contamine evitando el avión, si los periodistas que siguen su trayectoria son suficientes para llenar varias aeronaves. ¿Cuántas personas tienen la posibilidad de cruzar el Atlántico en un velero, teniendo en cuenta los salarios medios en Europa?

Teniendo en cuenta esto, solo cabe preguntarnos qué méritos puede haber contraído una joven de 16 años, para erigirse como símbolo contra el cambio climático; qué han hecho algunos actores o celebrities más que leer un manifiesto plagado de incorrecciones e insultos o desfilar por alfombras rojas, tras bajarse de sus lujosos coches contaminantes. ¿No hubiese sido mejor que personas de renombre como Al Gore, dedicadas desde hace tiempo a luchar contra el cambio climático, o simples ciudadanos que contribuyen con sencillas acciones como replantar árboles o limpiar bosques, hubiesen sido los verdaderos protagonistas de la jornada de lucha contra el clima?

Dicho esto, solo nos queda reconocer el excelente trabajo realizado por los progenitores de Greta, al contratar un experto en marketing para que explote la figura de su hija, tal y como narra su madre en el libro recientemente publicado: cómo Greta se negaba a comer alimentos que pudiesen ser perjudiciales para el medio ambiente, (sin comentarios), un superventas, recordemos, fabricado gracias a la tala de árboles. Muy coherente todo.

Días atrás Greta, en su tan esperado discurso, hacía un llamamiento a los jóvenes y niños de todo el planeta, para que, como ella, luchemos contra el cambio climático, para revertir el calentamiento global.  En fin, si pudiera hablar con Greta le diría que, como joven preocupado por el medio ambiente, no cuente conmigo; por lo menos así, así no, de esta manera rotundamente NO.

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4 Respuestas

  1. Consuelo Ramos Sánchez dice:

    Roberto. Gracias por dedicar tu tiempo y esfuerzo a la revista de nuestro instituto. Y por realizar una crítica razonada. Puedo estar de acuerdo o no con tu opinión (creo que tienes razón en muchas cosas que expones) pero lo más importante es tu valentía al exponer tus ideas y tu derecho a hacerlo. Quiero agradecer al alumnado que colabora con la revista, a ti y al profesorado que está detrás de este excelente trabajo, el esfuerzo y el tiempo que dedicáis. La revista es un recurso más para aprender. Analizar, redactar, opinar, trabajar en equipo… Son habilidades difíciles de adquirir. Y las críticas deben ser constructivas siempre.
    Por eso no comprendo el comentario sobre la falta de ortografía ni la relación que se establece con el artículo. Creo que las incorrecciones ortográficas invalidarían ese comentario por completo, incluyendo la disculpa que por ellas se introduce.
    Por favor, las críticas que sean constructivas. Si no vamos a entrar en el contenido, aportando ideas que sumen, (al menos que no resten) y nos dedicamos a buscar el posible pequeño fallo que siempre vamos a encontrar, mejor abstenerse.
    Gracias por vuestro trabajo.

  2. Greta dice:

    Los actores leen manifiestos con incorrecciones como el «acinados» que has escrito en tu texto.
    ?Crees que tu falta de ortografía debe invalidar o acompañar a tu texto cuando hablemos de él como tu has hecho con el de los actores?
    (Escribo desde el móvil y no tengo signo de apertura de interrogación?

    Por cierto, Greta: no sé si negocio o activismo ecológico, pero se pone encima de la mesa un problema grave de nuestra Tierra.

    • Autor dice:

      La redacción de Cosas del Senara agradece la precisión recogida en el comentario de salamancainef (quandoque bonus dormitat Homerus), aspira siempre a la corrección ortográfica tanto en los textos publicados como en sus comentarios y anima a los alumnos a seguir participando en la revista.

    • Indis Creto dice:

      En el móvil el signo de apertura de interrogación se escribe:
      1) Ponemos teclado numérico.
      2) Dejamos presionado el signo ? Y aparece a tu lado…

      La vida es un camino a largo plazo, en la que eres maestro y alumno; unas veces te toca enseñar, todos los días te toca aprender.

      He hablado.

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