Democracia
HIRAM GARCÍA DOMÍNGUEZ. 2.º ESO B
Democracia es una novela gráfica publicada en 2016, cuyos autores son Alecos Papadatos, Abraham Kawa y Annie Di Donna.
Con una estética muy original y atractiva en las ilustraciones, se narra la historia de Leandro, un joven ateniense que vive el momento decisivo de la instauración de la primera democracia de la Historia. El protagonista es ficticio, pero el contexto histórico es real.
Este libro ha sido una propuesta de lectura en la materia de Cultura Clásica y en él aparecen varios temas tratados en clase, como los tiranos de Atenas, la religión griega, el oráculo de Delfos, etc. Pero, sobre todo, se cuenta el origen de la democracia desde dentro, con todas las dificultades que tuvieron que superar los atenienses para conseguirla.
Durante muchas épocas en la historia la democracia ha estado en un segundo plano, aunque esta venga de tiempos tan antiguos como el Siglo de Oro griego. Ahora la mayor parte del mundo desarrollado vive en un sistema de gobierno que deriva directamente de los antiguos griegos. Hoy se ve a muchos políticos de todas partes del globo poner en riesgo la democracia, un sistema que nos parece vital para un buen gobierno y que damos por hecho que está y ha estado siempre, sin darnos cuenta de las dificultades que ha sufrido a lo largo de la Historia y del sacrificio de muchas personas para lograr que llegue a ser como la conocemos.
Volviendo al libro, Democracia es de lectura fácil y resulta muy interesante. Hay distintas tramas que se entienden bien y te mantienen con la intriga de su desenlace hasta el final. Es muy recomendable para los que estén interesados en el mundo griego clásico y la democracia. Me ha gustado mucho.
Para terminar, contaré con más de detalle la historia de Leandro, el protagonista de la novela, uno de los héroes anónimos de la Democracia. Os animo a leerla.
Leandro era un ateniense de 16 años aficionado a la pintura. Su origen era humilde, pertenecía a una familia campesina dedicada a los olivos. Al inicio de la historia, su padre le envió en un viaje de negocios a casa de un amigo, y allí conoció a Hero, una joven de la que se enamoró.
Leandro regresó a Atenas el día de la fiesta de las Panateneas y su padre le esperaba en la procesión que asciende a la Acrópolis para el ritual sagrado. El joven observó cómo varios hombres armados con dagas y ocultos entre la multitud asesinaron a Hiparco, el tirano de Atenas que gobernaba la polis junto a su hermano Hipias. Este desencadenó una dura represión, y el padre de Leandro, ciudadano ateniense defensor de los derechos del pueblo, pero que nada tenía que ver con el asunto, fue asesinado. Incluso la casa familiar fue incendiada por los escitas, los mercenarios al servicio de Hipias. Leandro huyó al santuario de Delfos, donde Antenor, el amigo de su padre y tío de Hero, lo acogió.
El joven pasó los dos años siguientes limpiando las ofrendas que recibía la tesorería de Delfos. Hablaba con Hero, y ambos se amaban, pero no podían ser pareja porque ella era una aprendiz de sacerdotisa.
Un día Leandro presenció cómo un enigmático personaje preguntaba al oráculo de Delfos sobre el futuro de Atenas. Aquel individuo resultó ser un miembro de la familia Alcmeónida llamado Clístenes. La interpretación del oráculo determinó que Atenas debía ser liberada del tirano Hipias. Leandro se hizo amigo de Clístenes.
Atenas fue liberada y un nuevo magistrado se puso al frente del gobierno de la ciudad. Era un viejo amigo del padre de Leandro, pero llegado al poder traicionó sus ideales y mantuvo a la guardia escita, los asesinos de su padre.
Pasó el tiempo, Leandro trabajó en su propio taller de cerámica, pintaba y quería transmitir al pueblo las ideas que había aprendido de su padre y de Clístenes. Pero se sentía defraudado y desencantado.
Finalmente llegó el momento decisivo: la elección de una nueva magistratura y la disputa política que se desató entre Clístenes e Iságoras, quien contaba con el apoyo del rey espartano Cleómenes.
Clístenes propuso un nuevo sistema: la democracia, y fue muy apoyado por el pueblo, pero Iságoras se impuso con el apoyo de los ciudadanos más poderosos. Iságoras encargó a los espartanos la persecución y asesinato de sus enemigos alcmeónidas y los escitas, ahora aliados de Iságoras, destrozaron el taller de Leandro y lo hirieron gravemente en la mano.
Sin embargo, el pueblo ateniense no se sometió y estalló la guerra civil. Los partidarios de Clístenes y la democracia hicieron retroceder a los espartanos que protegían a Iságoras y los suyos, los asediaron en la Acrópolis y los derrotaron. En la batalla Leandro quedó inconsciente y soñó con los dioses. Los espartanos se rindieron y fueron expulsados de la ciudad apedreados y humillados. El padre de Leandro fue vengado y finalmente Clístenes instauró la democracia en Atenas.
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