Opus tessellatum
Proyecto de reproducción de un mosaico romano
JOSÉ FERNANDO PABLOS NAVAZO, jefe del Dpto. de Cultura clásica
Los alumnos de cultura clásica y de latín de 4.º de ESO y 1.º de bachillerato han realizado una reproducción esquemática de un mosaico procedente de Itálica (Sevilla): el faisán del mosaico de la Casa de los Pájaros, del siglo II d.C.
Esta domus romana perteneció a una familia aristocrática y fue abandonada durante el Bajo Imperio romano. Posee un peristilo porticado al que rodean el resto de habitaciones. Su nombre proviene del mosaico que representa hasta 33 especies distintas de aves. Está compuesto de figuras geométricas dentro de las cuales se encuentran los pájaros.
Este trabajo ha sido realizado como proyecto final de curso entre la 3.ª evaluación y la evaluación final por los alumnos que habían superado la asignatura.
Las herramientas que hemos necesitado son: un pliego de papel, entretela, un tablero de aglomerado, listones, chinchetas, cola de carpintero, yunque, martillo, gafas de trabajo, tenazas, lima, fresa, punzón, teselas de mármol, arena, disolvente, cemento, cepillo de plástico y cera líquida.
Trabajo en negativo
En primer lugar se realiza un dibujo esquemático a tamaño natural y al revés, ya que con esta técnica se trabaja en negativo (las teselas se pegan boca abajo) y se pinta con lápices de colores. La imagen del faisán la hemos pegado procedente de una fotografía ampliada. El papel se refuerza con una entretela, para que no se deshaga al aplicar la cola o se rompa si tenemos que retirar alguna tesela. Se coloca sobre un soporte o superficie lo más plana posible, como un tablero de madera.
A continuación se van cortando las diferentes teselas de colores con la ayuda de un yunque de hierro y un martillo especial. A veces, cuando las teselas ya están cortadas, es necesario ayudarse de unas tenazas o de una lima para darles la forma deseada. El color de las piedras difiere según el material que se utilice. Nosotros hemos utilizado exclusivamente teselas de mármol de un centímetro y medio de color negro, rojo, blanco, amarillo y verde. Estas piezas se pegan al dibujo con cola blanca de carpintero. Para la colocación de la tesela se usan unas pinzas o un punzón o directamente con las manos.
Se colocan en primer lugar las teselas del dibujo y se va trabajando hacia fuera, para así no mover ninguna. Las primeras en colocarse suelen ser las que luego servirán de guía. Lo mismo hacemos con el marco exterior, para que quede perfectamente cuadrado. Una vez que estas se han secado, se sigue colocando el resto de los colores, uno por uno, hasta completar el dibujo. Las teselas se colocan en forma de cordones o líneas que enmarcan y realzan las figuras. Los romanos a veces completaban los fondos blancos en forma de abanicos o escamas.
Historia del mosaico
La palabra mosaico (opus musiuum) deriva etimológicamente del griego “museios”, relativo a las musas; opus significa en latín obra; así, musivario o mosaísta es el especialista que realiza esta tarea.
El mosaico se define como la obra de arte taraceada compuesta de trocitos de piedra, mármol, cerámica, esmaltes, vidrio…, normalmente de diversos colores, y cuya reunión forma una composición o dibujo decorativo. También se define como procedimiento con el que se agrupan, sobre una superficie sólida, piedras de mayor o menor tamaño, para llevar a cabo composiciones de carácter geométrico, animal o humano. Otro punto de vista es considerar al mosaico como una pintura realizada con piedrecitas de colores. Estas piedras talladas en forma de cubos que medían entre medio centímetro y un centímetro de lado son lo que se denomina tessellae o teselas.
El punto de partida de la musivaria está en Mesopotamia. Los mosaicos de Uarka, de hace 4.500 años, consistían en conos cerámicos incrustados en muros de tapia. Los griegos lo emplean desde el s. V a.C., utilizando guijarros de diferentes colores, hasta perfeccionar la técnica y realizar notables composiciones. En Roma se introduce en el s. II a.C. por artistas alejandrinos, que reemplazan los guijarros por teselas. Así pues, no es sino hasta el Imperio cuando la musivaria alcanza su mayor esplendor, iniciándose un género artístico-industrial casi de carácter propio, aprovechando su enorme potencial en el diseño de interiores y en la arquitectura para cubrir suelos y revestir muros y techos.
Aparte del opus tessellatum está el opus sectile, hecho a base de trozos de mármol mayores, cortados según la forma de la decoración. Por lo general contienen emblemas o cuadros con escenas de tema mitológico, cinegético, circense, florales o geométricos.
Las teselas utilizadas por los romanos de la época imperial son generalmente de piedra caliza de grano fino o de mármol. Los colores fundamentales son: blanco, negro, amarillo y rojo, también verdes, malvas y otros. Las teselas de cerámica se usan en los bordes y también para sustituir las de piedra roja. Igualmente se utilizan teselas de cerámica pasada de horno para colores azules y grises oscuros. El color azul intenso y el verde se hace generalmente con teselas de vidrio. También se emplean teselas vítreas rojas y amarillas, e incluso teselas de vidrio transparente recubiertas con lámina de oro.
Una vez completado el dibujo, se consolida el mosaico en el soporte definitivo (aún se continúa trabajando en negativo). Se rodea todo el conjunto con unos listones de 4 cm. de alto, para que forme un recinto completamente cerrado en el que depositar el consolidante -cemento- para dar solidez a la obra.
Antes introducimos entre las teselas un poco de arena para que el cemento no llegue hasta el fondo y, al darle la vuelta, no aflore y dé a nuestro trabajo el aspecto de una obra nueva. Colocamos finalmente un nivel para asegurar un espesor similar. El cemento, una vez volcado, ha de humedecerse periódicamente para evitar que se agriete. También puede reforzarse con una malla entre las teselas y el cemento.
Trabajo en positivo
Una vez seco el cemento, se le da la vuelta. A partir de ahora se comienza a trabajar en positivo, y se elimina el papel del dibujo con abundante agua y cepillo de plástico, o bien se puede pulir con lijas finas la superficie para darle mucho más brillo y que quede más lisa.
Después se le aplica una capa de cera que avivará los colores y tonos, a la vez que protegerá la superficie.
Con esta experiencia, los alumnos han aprendido el significado del opus tessellatum, han dominado ciertas destrezas o habilidades, han trabajado en equipo y han desarrollado una aptitud de curiosidad y creatividad. Todo ello encaminado hacia la conservación de nuestro rico y extenso patrimonio cultural.
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