Entrevista a Leandro López Valdivia
Leandro López Valdivia, profesor del Ámbito Científico y Matemático, adscrito al Dpto. de Orientación, con destino definitivo en el IES Senara desde el curso 2022/2023, se jubila después de veinticinco años dedicado a la enseñanza. La Revista Cosas del Senara le ha hecho una entrevista en los días previos a la finalización de este, que será su último curso en activo.
Antes de trabajar como profesor de educación secundaria fuiste profesor técnico de formación profesional. ¿Cuál era la familia profesional en la que impartiste clase?
Empecé en la enseñanza en la familia profesional de Electricidad y Electrónica.
¿Hay muchas diferencias a la hora de trabajar con los alumnos de educación secundaria y los de formación profesional?
Sí, muchas. En la formación profesional el alumnado está muy motivado. Tienen muy claro que van a aprender un oficio.
¿En qué momento supiste que la enseñanza era tu vocación? De no haber sido profesor, ¿en qué otra profesión te habrías visto realizado?
Mi vocación vino cuando tuve que ejercer de profesor en proyectos de telecomunicaciones ante trabajadores de telefonía de la República de Argentina.
Llevaba 11 años en empresas privadas cuando me presenté, por probar, a las oposiciones de Castilla y León, y las saqué. Fue a partir de entonces cuando descarté la empresa privada.
¿Has tenido algún profesor que te haya influido especialmente cuando eras estudiante?
Son muchos los profesores que me han influido, de los que siempre admiré su paciencia con los estudiantes.
En cuanto a tu trayectoria profesional, antes de llegar al lES Senara, ¿qué otros destinos han marcado tu camino?
He pasado por varios centros y cada uno me ha ido haciendo mejor profesor, desde Cantalejo (Segovia), donde realicé el año de prácticas, pasando por Carrizo de la Ribera (León), Béjar, Ponferrada, Medina del Campo, Bermillo de Sayago (Zamora), IES Universidad de Zamora, y mi último destino: IES Senara.
Cuando llegaste al Senara, ¿qué es lo que más te llamó la atención del instituto? ¿Cómo lo caracterizarías? ¿Cómo definirías a sus alumnos?
Me encontré un centro en el que los compañeros son humildes y con buen ánimo para ayudarte. Los alumnos me agradaron por su buen comportamiento, por encima de la media de los otros centros por donde pasé.
¿Hay algún compañero de trabajo que te haya influenciado especialmente?
Todos ellos me han influido para hacer cada día mejor mi trabajo. Me han ayudado mucho el director, José Antonio, Rocío, la jefa de estudios (con la que coincidí en Bermillo de Sayago), y Raúl, el secretario.
Haciendo un resumen de tu trayectoria como profesor, ¿qué ha sido lo más satisfactorio de tu trabajo? ¿Y lo más ingrato?
Lo más satisfactorio es cuando te saludan por la calle, años después, y te reconocen cómo les influenciaste en su formación. Lo más ingrato ha sido cuando algún alumno se me ha encarado de manera grosera.
Si tuvieses que elegir un momento relevante en el IES Senara, ¿cuál sería?
Apenas he tenido tiempo para darme cuenta, pues sólo han sido dos años, pero recordaré siempre las charlas en cafetería, tanto con Mariola como con otros profesores y alumnos.
¿Qué consejos darías a tus compañeros de profesión y a tus alumnos?
A los compañeros, que no se desanimen y sigan teniendo paciencia. A los alumnos, volver a repetirles que estos años les marcarán para siempre, espero que para bien.
Inicias una etapa muy especial de tu vida, ¿qué vas a echar de menos de tu trabajo?
Claro que voy a echar de menos mi trabajo. Mi consuelo es que espero estar muy atareado para pensarlo menos.
¿Qué planes o proyectos tienes preparados para esta nueva etapa de tu vida?
Pues voy a seguir montando mi propio taller de mecánica del automóvil para restaurar vehículos antiguos. Y seguir haciendo tandas de velocidad en circuitos mientras el cuerpo aguante.
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