Entrevistas en la Residencia (II)

 

Seguimos charlando con nuestros vecinos mayores de «Bella Vista»; en esta ocasión vamos a conocer a María Luisa y a Ana María, que guardan muchos recuerdos de otros tiempos.

 

María Luisa

 

¿Tiene usted hijos?

Sí, tengo seis, tres chicos y tres chicas.

 Amara y Ana 1

¿Ha viajado mucho?

No mucho; alguna vez con el Inserso, y a Suiza con mi marido. Fuimos tres meses porque él tenía que trabajar allí.

 

¿Tiene usted hermanos?

Sí, tenía siete y murieron todos, sólo quedo yo.

 

¿Hasta qué edad estuvo en la escuela?

Hasta los doce años.

 

¿Qué es lo que más echa de menos estando en la residencia?

Mi casa y a mis hijos.

 

¿Por qué dejó tan pronto la escuela?

Para ir a trabajar a una casa.

 

Díganos algún refrán, si se acuerda.

Ahora mismo no recuerdo ninguno.

 

¿Cómo era la vida de antes, comparada con la de ahora?

Muy distinta. Te agarraba un chico de la mano, y era distinto. Nos ha tocado vivir la peor época.

 

¿Alguna mala y buena racha de su vida?

La buena, que he visto a mis hijos nacer. La mala, que vi morir a mi madre cuando yo tenía veinte años; además, ella murió muy joven, tenía sesenta y cinco años.

 

¿Cómo conoció usted a su marido?

Le conocí en la fiesta de la Virgen de la Vega.

 

¿Cómo era él?

Muy trabajador; trabajaba en la mimbre.

 

¿Cómo recuerda la matanza?

Íbamos a buscar agua a la fuente; apenas podíamos salir de casa, teníamos mucho trabajo. Siempre comíamos un cachito de tocino.

 

¿Tuvo usted algún animal?

Sí, tuve una cabra después de casarme con mi marido, y un cerdito.

 

¿Le costó mucho mantener a sus hijos?

Me costó muchísimo; lo conseguí con sacrificio.

 

¿Cómo se llaman sus hijos?

María Agustina, como mi madre; Justo y Sebastián, como los hermanos de mi marido; Julián, Juliana, y la pequeña es María Dolores.

 

¿Qué juegos recuerda de su infancia?

La comba, las canicas, un monopatín y una pizarra en el pueblo.

 

¿De qué pueblo es usted?

De Villamayor.

 

¿Y cuántos nietos tiene?

Tengo diez. Dos de cada uno de mis hijos, pero una hija mía no ha querido casarse ni nada, y ahora tiene 47 años.

 

¿Cómo recuerda las fiestas en su época, comparando con las de ahora?

No eran como ahora. Se hacían muchos festejos con pastas y bebidas, barbacoas, y después de las pastas íbamos a misa y a la procesión.

 

 

Ana María

 

¿Está casada o soltera?

Estoy soltera, nunca me he llegado a casar.

 

¿Tiene hermanos o hermanas?

Un hermano, que ahora mismo está en Brasil.

 

¿Ha viajado mucho? ¿A qué zonas?

Sí, he viajado mucho. Por Francia, que estuve trabajando un tiempo allí, lo que se podía… También por Holanda, Italia, Portugal y Bélgica.

 

¿Cómo se vive aquí?

Nos acostamos muy pronto, comemos sobre las 12:00, cenamos sobre las 19:00 o 19.30, y pasamos el rato.

 

¿En qué más ha trabajado?

De guardarropa en Cáceres, aunque me hubiera gustado trabajar más.

 

¿Cuántos años tiene?

92 años; el 15 de diciembre [de 2015] cumpliré los 93.

 

¿Y no tiene hijos?

No, aunque cuando estuve en Francia vivía con una familia que tenía cuatro niños; a una la traté especialmente como si fuese hija mía. La llevé al colegio, y al volver venía llorando. Me dijo que lloraba porque pensaba que me iba y que me echaría de menos.

 

¿Dónde nació?

En un pequeño pueblo de Salamanca, cerquita de aquí.

 

¿Y qué es lo que le gusta hacer?

Me gusta pintar en tela; a veces enseñaba a muchas personas.

 

Amara y Ana 2¿Qué le regalaban por Reyes o en Navidad?

Me solían regalar cubiertos de plata, una docena de tenedores pequeños, cucharas, cuchillos; un año una televisión, y en Bélgica, de pequeña, me regalaron caramelos.

 

¿Cómo llegó aquí?

Fue un día, saliendo de la iglesia; me caí en la puerta y me tuvieron que llevar al hospital. Me acuerdo de que vino una amiga mía a verme, y estuve allí quince días. De allí me llevaron a casa y poco después a la residencia. En septiembre cumplí cuatro meses aquí.

 

¿Y qué opina de los jóvenes en la actualidad?

Uf, han cambiado muchísimo las cosas desde entonces; antes no se estudiaba y salías muy pronto de la escuela, la mayoría de la gente a partir de los doce años. Pasan los años y cada vez es más distinto, han cambiado mucho las cosas; antes sí que se vivía peor, pero los jóvenes de ahora están cambiando mucho, especialmente cuando conocen a una persona. No se parece en nada a cuando yo era joven. Nosotros cogíamos frutas, ciruelas, castañas, nueces, y ayudábamos a nuestros padres en todo para poder vivir cómodamente.

 

¿Cómo eran las fiestas antes?

Hacíamos muchas comidas y cenas con amigos y familiares, íbamos a los toros, que son sobre el 15 de agosto, y el 3 de mayo la cruz bendita.

 

Y, finalmente, ¿nos podría contar cómo se encuentra ahora mismo aquí?

Se está bastante bien, hay chicas muy majas y simpáticas que te ayudan en todo. Antes estuve en otra residencia, y me vienen muchos recuerdos de allí.

 

 

Amara Romero Martín

Ana Sánchez Cascón

(Primer curso de FPB)

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